Aún conservo algunos remotos y desprolijos recuerdos de aquel día en que me compraron mi primer disco de rock, creo que tenía como 6 años, era una fría noche en la que me encontraba rondando las calles en días próximos a navidad, entré a un centro comercial y recorriendo con la mirada el lugar de pronto me encuentro frente a frente con una vitrina de discos, a pesar de mis cortos y muy limitados conocimientos musicales me quedo maravillado al ver las portadas.
Admiro con curiosidad los discos que estaban de moda esa época: Ten de Pearl Jam y Nevermind de Nirvana pensando en que ya había visto esas tapas varias veces, -deben ser muy famosos- pensé... luego deslizando la mirada me encuentro con una portada que me impactó más que las otras, debido al arte, a lo bizarro y psicodélico del diseño, me quedo colgado admirando lo original de su arte, a lo lejos escucho la voz de mi madre que me llama, pero no le doy ni bola, ahí me encontraba de pie sin ni siquiera llegar a la mitad de la vitrina, enterrado en un grueso abrigo, con el rostro congelado admirando el Revolver de The Beatles. Ahí llegó mi padre y me pregunta -¿viste algo que te interesa?- yo no sabia que decir, sabía que le resultaría raro que le pida un CD a estas alturas y aún más raro si se trata de una banda de rock clásico, pero me gustó tanto la tapa que atiné a decir que: -si, me gustaría ese disco que está ahí- el lo mira con atención y me pronto dice: ah, The Beatles... buena elección-. Con que se trataba de ellos, ya los había escuchado en alguna parte y quizás solo un par de veces.
Entro a la tienda y le pido a la encargada que me pase el disco, ella me mira con cara de "¿es para vos?" me estiro hasta el mostrador y tomo el CD admirándolo con los ojos perdidos en las imágenes y los nombres de los temas. Llego a casa y en la soledad de mi enorme habitación comienzo a escuchar el CD, me quedo sentado estático al borde de la cama mientras siento que un escalofrío me sube por la espalda al escuchar la furiosa guitarra de “Taxman”, me impresiona la cautivante voz de Harrison y la poderosa melodía, de pronto irrumpe la legendaria “Eleanor Rigby”, sabía que estaba ante algo diferente y quizás muy distinto, pero la música era tan buena que no podía si quiera alejarme por un segundo del stereo, ¿que es esto? ¿Música clásica? ¿Una letra sobre tumbas y cementerios? es muy intrigante, las baladas del disco como “For No One” se me antojan muy melancólicas pero bellas, y me invitan a cantarlas aún con el pobre inglés que tenía aquel entonces, mientras en mi mente comienzo a figurar imágenes de praderas y bosques bajo un cielo oscuro y aterrador.
Las incursiones en la música hindú de Harrison en su tema "Love You To" me parecieron de lo más locas pero aún a esa edad no tuve reparos en admirar aquella singularidad en la música, “Yellow Submarine” se me hace muy divertida y pegajosa, mi mente se atora en un mundo psicodélico lleno de colores y formas extrañas, comienza “And Your Bird Can Sing” con esos deliciosos acordes de guitarra y ese magnífico puente que se me clava en la memoria, “Got to Get You into My Life” me toma por sorpresa con su rica variedad instrumental y como encaja todo tan perfectamente, era quizás la primera vez que disfrutaba en un álbum escuchar instrumentos tales como violines y trompetas.
Llega repentinamente “I Want To Tell You” con esa fantástica melodía que me hizo adicto a la primera escucha, y finalmente “Tomorrow Never Knows”, la loca odisea de Lennon concluye el álbum con un tema bizarro e intimidante, siento que se me pone la piel de gallina y comienzo a sentir el aire frío que me llega de la ventana en la nuca, comienzo a sentir cierta ansiedad y pánico de estar ingresando a un mundo tan extraño y macabro del que jamás voy a salir, y no se que me impresionó más, el haber escuchado una obra tan distinta y extraña a lo que estaba acostumbrado o tener la sensación de que voy a amar a esta música y a este disco por el resto de mi vida.
Me encuentro solitario en mi alcoba, inmóvil, luego me voy a cenar alejándome poco a poco sin dejar de mirar aquel disco, sabiendo que gracias a un instante mi vida no volvería a ser igual. A esa edad jamás había logrado enfocar mi atención en algo por más de una hora, ya que por naturaleza era un niño bastante distraído, pero ahí estuve inmóvil como una roca escuchando un disco de principio a fin que literalmente me cambió la cabeza y a pesar del impacto de cambiar de lo que escuchaba hasta ese entonces a algo tan distinto, quedé fascinado, mis oídos se nutrieron de nuevos sabores que hasta entonces para mi eran desconocidos, hasta el día de hoy, Revolver sigue siendo una de mis elecciones favoritas.
2 comentarios:
Crizz
Muy buena historia de tu primer disco y es verdad, como dijo tu Papá, "muy buena elección" escuchar a los Beatles.... es escuchar a un mundo de sonidos que talvez, la sensación de escucharlos por primera vez, nunca se te quitara, ese sentiemiento de que tengo que crear algo asi algun día..... algo que te saca el alma de cuerpo y se va a donde quieras, (a compracion de otras que no lo sentiras igual)y muchas cosas más....
Saludos muy buen Post
Hellion:
hey! gracias por comentar, y bueno, como ya mencioné fué toda una experiencia, pasar de Vilma Palma e Vampiros o Luis Miguel a escuchar algo tan revolucionario como Revolver realmente me dejó en shock, pero gracias a ese disco es que hoy estoy acá escribiendo en este blog sobre el buen rock.
Saludos!
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