viernes, 25 de febrero de 2011

Walk In Silence

Don't turn away...











In silence...










Your confusion...












My illusion...











Worn like a mask of self-hate...













Confronts and then dies...












Don't walk away...















martes, 8 de febrero de 2011

La bocota contraataca


La amistad es uno de los mejores tesoros y una de las sorpresas más grandes que existen en esta vida, muchas veces nos brinda la oportunidad de compartir nuestros intereses, pasiones, ideales, pensamientos y metas, aprovechando la suerte de tener a nuestro lado a una persona que nos va a acompañar en los mejores y más difíciles momentos de nuestro camino, a veces para cantarnos en la cara un par de verdades que rehusamos ver y otras para levantarnos el ánimo y ver las cosas desde una perspectiva menos negativa.

La amistad nos permite conocer a una persona que nos brinda un infinito número de posibilidades para conocer, aprender y crecer compartiendo experiencias, en la mayoría de los casos estas amistades surgen por afinidad, debido a intereses o características comunes, como vivir en el mismo barrio, ser hinchas del mismo equipo, gustar de la misma música o compartir algunas formas de ver la vida, quizás es por esto que muchas personas prefieren estar con sus amigos que con sus hermanos o padres, debido a la compatibilidad que les ofrecen los amigos, cosa que en su hogar o en su familia muchas veces no encuentran, de hecho, hay personas que no soportan estar en su casa ya que por ejemplo, sus padres no los entienden o sus hermanos pasan haciéndoles la vida imposible.

Supongo que por eso los amigos son tan valiosos, debido a que en parte nos permiten tener esa afinidad y rasgos en común que hacen que dos o más personas lleguen a congeniar o a entenderse tan increíblemente.

Claro que hay otros casos donde dos amigos parecen no tener nada en común, este puede ser un caso de amigo/conocido con el que no tratas mucho o lo tratas simplemente por la necesidad que tenemos que conocer y compartir con TODO tipo de gente, algo que sin duda, está presente en toda nuestra vida, ahí podemos conocer al más sumiso y tímido, al más intelectual genio, al más reverendo hdp, al más alegre y divertido, etc.

Aunque pese a todo lo mencionado, aún me parecen muy curiosas y hasta graciosas algunas mezclas de amigos que he encontrado, donde dos polos tan pero tan opuestos parece que se llevan muy bien y hasta disfrutan de la compañía del otro.

Y no! no hablo de que dos personas estén por intereses, por ejemplo de negocios o dinero, tampoco que estén ahí a la fuerza por que son compañeros de estudios o de trabajo, o que posean algún otro tipo de lazo como el de hermanos, primos y no les quede de otra, o que, en el caso del noviazgo, sean una pareja donde se atraen pero que no se soportan.

Hablo de amigos que se la pasan bien y comparten muy a gusto siendo totalmente distintos, algo que hasta ahora me ha parecido algo muy interesante, y no hablo de diferencias leves como por ejemplo el escuchar música diferente o ser de diferentes ciudades o tener distintas edades ¡NO! Directamente hablo de diferencias que están ligadas al temperamento y a la personalidad de cada uno.

Algo muy curioso me pasó una vez en un concierto, salí de ahí una noche con una amiga cuando terminó el show muy emocionados y dispuesto a continuar la velada con la opción de ir a tomar algo a algún boliche o a bailar, sin embargo, saliendo del recinto entre la multitud ella se encuentra con unos amigos, y antes de acercarnos a sus amigos me pregunta si me gustaría que ellos nos acompañaran, yo muy amablemente accedí. Ambos nos acercamos al par que estaba ahí saludando a mi amiga, uno la saludó muy emocionado y confiado como si la conociese de toda la vida y el otro la saludó amablemente sin pronunciar más palabras, el primero de estos empezó inmediatamente a bromear y reír a carcajadas como si fuese el hermano perdido del Guasón o algo por el estilo, mientras el otro se limitaba a sonreír y participar en la charla, el primero de estos se reveló rápidamente ante mi como uno de esos tipos extrovertidos (el termino indicado sería “demasiado confiados”) que les gusta cargar y joder a gil y mil, que se la pasan cagandose de risa y burlándose de los demás con un ego que está por las nubes.

Pero claro! Afortunadamente gracias a mi experiencia en la vida que me permitió toparme con todo tipo de gente, yo ya se más o menos como tratar con esta clase de hdps, a lo que simplemente le hablé de forma muy amable y simpática, sereno como el agua y sumándome de vez en cuando a sus bromas (la mayoría re estúpidas) que parecían no terminar como si se tratase de algún payaso contratado para un té piñata, su amigo sin embargo era un tipo reservado y respetuoso, diría que hasta algo tímido, es más, fui YO quién le sacaba conversación en la mayoría de las veces que hablamos, afortunadamente este tipo era un total caballero, un muchacho de complexión robusta y gafas, mostrándose por lo general muy maduro e inteligente, casi una total oposición a su acompañante “el duende verde”.

Hasta el día de hoy no entiendo como dos personas así pueden congeniar y encima llevarse tan bien, yo tuve que socializar con ellos por que era mi deber y hasta diría que algo necesario, pero ellos parecían estar muy a gusto el uno con el otro, es más, estoy completamente seguro que el “silencioso” del dúo se molestaría si se hubiese enterado de lo que pienso realmente de su amigo, bah, en realidad era más que obvio que su amigo “alegrón” no me agradaba y apuesto que no debo ser el primero que opina lo mismo.

El par de aquella noche conformado por el hombre maduro en compañía del “lengua larga” me recordó en gran parte al dúo “Jay And Silent Bob”, por lo que no pude evitar reírme camino a casa cuando había finalizado la velada. “Jay y Bob el Silencioso” son unos personajes ficticios interpretados por Jason Mewes y Kevin Smith, respectivamente, en el Universo “View Askew” creado por Kevin Smith, un universo protagonista en varias películas, comics y series televisivas. El dúo se ha mostrado admirador de la obra del cineasta John Hughes, el Heavy Metal de King Diamond y la música disco (sobre todo por Morris Day and the Time). Jay es quien lleva la voz cantante en todo, hablando siempre más de la cuenta y con una gran cantidad de tacos y palabras malsonantes, mientras que Bob apenas articula palabra, aunque dice al menos una frase en cada película en la que aparece.

Acerca de este dúo les recomiendo ver la película: “Jay and Silent Bob Strike Back”, o en español “Jay y Bob el Silencioso contraatacan”.

Pese a todo, aún hoy en día sigo viendo estos extraños casos de amistades de dos polos opuestos que siguen sorprendiéndome, desde la dupla del “tipo aburrido” con el “fiestero aventurado” hasta la del “bocón pesado” con el “señor madurez”, y sigo tratando con toda clase de personas, incluyendo a los típicos “sobradores antipáticos” que siempre se creen tan graciosos y siempre me han caído tan mal, aún los veo en reuniones de amigos, lugares de trabajo, espacios de estudio y hasta sobre un escenario cantando covers de los Rolling Stones, personas a las que hoy en día simplemente prefiero ignorar con una sonrisa y tratar amablemente, sobre todo anticipando lo inevitable “LA BOCOTA CONTRAATACA”.

jueves, 3 de febrero de 2011

Un Romance De Película


A veces a la gente no es tan fácil tomarle el pelo, pues sucede que en ocasiones hay engaños o fraudes tan pero tan descarados que aquellos como yo que pese a no haber sido bendecidos por la naturaleza de gran intelecto incluso podemos desenmascararlos como pobres y desvergonzados intentos de vendernos una idea o una verdad.

El cine como fuente de entretenimiento más que como medio de información o fuente de aprendizaje es una de las industrias más poderosas de la economía norteamericana, y digo fuente de entretenimiento ya que repasando brevemente los blockbusters o películas más taquilleras podemos notar que un 99% de estas películas tienen como única función la de entretener y divertir un rato al espectador, dejando otros aspectos como la calidad narrativa o el realismo de los personajes a niveles muy secundarios.

Pero la realidad es así, la gente prefiere mucho más ver una película entretenida con impresionantes efectos especiales y explosivas escenas de acción onda Star Wars o Avatar, que una película que se esmere por contar una historia que refleje la naturaleza y realidad del ser humano.

Pero en el caso de películas onda Star Wars, Avatar, Terminator y demás la cosa es bastante comprensible pues de trata de films de ciencia y ficción, idea que está de maravilla, incluso admito que este es uno de mis género favoritos del cine, es más, siempre he sido un fiel fanático de la saga de Back To The Future.

Pero el cine como un reflejo de los dramas y verdades de la vida, muchas veces ha sido un muy pobre engaño, algunos de nosotros siendo niños (sobre todo los varones) hemos admirado las películas de Silvester Stallone y Arnold Swarsenegger (o como se escriba), donde podíamos entretenernos al ver a un rudo soldado como Stallone en Rambo tomar una ametralladora y acabar con un ejercito de 2000 soldados terroristas, o ver a Arnold voltear a la cámara para lanzarle una granada a la tropa que lo viene siguiendo provocando así una explosión en cadena que acaba con todo menos con el que alcanzó a correr y saltar al último momento.

Cosas así no podrían suceder en la vida real, tanto Arnold como Stallone no podrían haber durado ni 10 minutos de la película sin valerse de la famosa “magia del cine”, pero independientemente de géneros como el de acción o aventura, otro género cinematográfico que ha engañado a los más inocentes durante años y años es el del cine romántico.

Digo esto pues el cine de romance y las películas de amor algunas veces nos han mostrado cosas que son aún mucho más irreales que ver a Van Dame encarando solito a un ejercito de ninjas o ver a Jason morir unas 100 veces para volver intacto.

Así es, pues este es uno de los mayores fraudes de la industria del cine, comenzando desde la infancia, pues estoy seguro que un gran porcentaje de las personas que hoy somos adultas hemos disfrutado cuando éramos niños de las películas de Disney, ahí pudimos encontrar historias de amor muy inspiradoras que terminaban en un 100% con el famoso “y vivieron felices para siempre”, después de que dos personajes que son toda perfección se encuentran y se enamoran locamente uno del otro, concluyendo su historia cuando por lo general estos dos se van a vivir juntos o han derrotado al villano que les venía haciendo la vida imposible.

Esto ha creado ingenuamente en los niños y niñas conceptos como el de “amor eterno” o el famoso “final feliz” donde dos personas viven enamoradas por el resto de sus días, idea que por lo general terminan desechando al llegar a la adolescencia, ahí es cuando la famosa imagen del príncipe azul o el de la princesa que es la inmaculada perfección terminan en la basura.

Pero claro, al fin y al cabo son películas infantiles, no se les puede recriminar el querer dar un mensaje falso que tenga como único fin entretener y mostrarles a los niños y niñas un final positivo, ni modo que luego vayan a sacar la secuela donde vemos al príncipe salirse de joda todos los viernes por que ya está hasta las pelotas con su matrimonio y sus hijos o ver a la mina que estaba tan enamorada del “hombre de sus sueños” ahora abandonarlo por otro príncipe con un castillo más grande y que además posee más títulos de nobleza.

Si bien el entretenimiento infantil se alimenta principalmente de historias de fantasía y ciencia y ficción, pues muchos adolescentes también han caído en las falsedades del cine hollywoodense, como olvidar en 1997 cuando una película de James Cameron llamada “Titanic” se llevó toda la atención y todos los premios convirtiéndose en el film más taquillero de aquel año. Si bien la historia está basada en hechos reales, Cameron como estrategia publicitaria, decide incorporar la conmovedora historia de amor de dos jóvenes que se enamoran durante el viaje gracias a azares del destino. No voy a negarlo, la historia de amor está muy bien relatada, pero si vamos a comparar tal encuentro (por bello que sea) con la realidad, las cosas terminan muy pero muy lejos de la verdad.

En primer lugar, la mina era de la alta sociedad, tenía dinero y propiedades al por mayor y termina perdidamente enamorada de un pibe que no tiene donde caerse muerto ¿puede suceder esto en la vida real? Pues si, aunque tal “romance” duraría a lo mucho un fin de semana. Otra cosa, en un momento muy emocionante y dramático del film, Rose estaba a punto de salvarse del hundimiento del barco pues tenía un lugar en uno de los botes, sin embargo ella termina mandando al diablo su único chance a la salvación para correr a los brazos de su enamorado, ¿será posible tal cosa en el mundo real? Pues no, ya que la mina hubiese pensado primero en su futuro, estabilidad, profesión, amistades, dinero, salud, etc. Por lo que la mejor opción hubiese sido irse hasta los Estados unidos y ahí encontrar a otro pibe, no sin antes llorar al pobre Jack por un par de días. OJO! No digo que eso esté mal, pero dudo que exista una mina con un amor tan grande como para ahogarse y morir congelada en medio del océano solo por no abandonar al hombre que ama ¿suena lindo no? Pero tristemente no es así.

Por último, la película muestra a Rose como una mujer que pese a haber perdido al “hombre de su vida” continúa con sus estudios, sus amistades y su familia, pero siempre fiel a aquel amor del que nunca se pudo olvidar y siempre pensando en aquella persona que arriesgó su vida para salvarla, ¿en el mundo real alguna vez una mujer haría algo así? Lo más probable es que le guarde mucha estima y respeto al pobre muchacho por al menos unos meses pero luego busque otros romances y hasta vuelva a pisar un barco. Repito que nada de eso me parece malo ¿? Creo.

De todos modos quiero concluir que pese a estos métodos de marketing, es divertido entretenerse y emocionarse con aquellas fantásticas historias que podemos admirar en las películas, ya sean estas un fiel reflejo de alguna verdad o simplemente un cursi pero bello entretenimiento que nos permite conocer otra verdad o quizás otro mundo y por un instante escaparnos a un lugar donde las historias más increíbles son posibles.

“El cine no es un trozo de vida, sino un pedazo de pastel. Alfred Hitchcock.”