domingo, 18 de septiembre de 2011

Promo 91 (Review & retrospectiva)


En esta oportunidad el blog recuerda a cuatro grandes bandas y su momento de gloria hace 20 años cuando publicaron un puñado de obras maestras que convirtieron al panorama musical de los 90s en algo aún mucho más variado, competitivo e interesante.

Tenía 5 años exactamente, apenas me encontraba dejando lo que sería el kínder garden y aprendiendo de a poco como funcionan las cosas en este mundo, pobre de mi, no sabía lo que me esperaba. De todos modos por aquellos días con un torpe inglés, unos cuantos cassettes y un par de posters de cartón pegados sobre la pared, algo ya me indicaba que la manía por el rock y la música sería algo indispensable en mi vida, aunque posiblemente para aquel entonces aún estaba a tiempo para curarme de todo esto y ser un niño “normal”.

Al menos elegí una buena época para empezar, pues por aquel entonces todos los grandes subgéneros que hicieron grande al rock durante el siglo 20, estaban vivos y vigentes. De la vieja guardia nos quedaban bandas como U2 y Aerosmith que seguían con el toque de oro intacto y abarcando a un público más comercial, por otro lado, bandas como Queen ya editaban sus últimos temas y se despedían del negocio después de años de éxito, de estos viejos titanes dos grandes bandas surgidas en la anterior década se traían bajo el brazo un par de obras del rock que cambiarían sus destinos y los llevarían a liderar nuevos públicos, estoy hablando de Metallica y de Guns N’ Roses.

The Black Album.-

Metallica ya se había ganado la reputación de ser la banda thrash por excelencia, aún con una dura competencia en los Estados Unidos, pero una de sus cualidades era que además de contener la furia y velocidad del thrash, llevaban una sensibilidad instrumental directamente derivaba de la música clásica y el rock progresivo, ventaja que les permitió grabar algunas de las más grandes baladas del metal. Otra de sus cualidades era la de tener a músicos que no solo eran grandes instrumentistas, sino también grandes compositores, lo cuál les permitía ganarse a un público más extenso, sin dejar de ser fieles al sonido del thrash.

Para 1991, editaron un disco de heavy metal clásico, que se asemejaba mucho más a Black Sabbath que a Slayer. A esto le sumamos una super-producción que le otorgaba un vuelo mucho más pulido y profesional a las canciones. De esta movida Metallica salió victoriosa y se ganó un éxito a nivel mundial con material que fácilmente podía competir con los artistas más populares sin perder la calidad que habían mantenido durante el pasado. Pese a las condenas que se ganó Metallica por su creciente éxito y cambio en los arreglos de su música, el “Black Album” como fue apodado este disco homónimo, contiene algunas gemas y clásicos inmortales de la música como “Enter Sandman” y “Nothing Else Matters”.

Use Your Illusion.-

Los Guns N’ Roses crearon una monstruosa expectativa para su tercer disco, pues habían sido una de las bandas más exitosas de la anterior década. Y no defraudaron, pues hasta ahora los dos volúmenes que encierran la saga del “Use Your Illusion” siguen siendo lo más ambicioso y variado de todo el catálogo de Guns N’ Roses. Alx Rose descargó todo el arsenal de lo que serían sus últimas grandes composiciones, abarcando una variedad de estilos y excentricidades que no habían probado hasta ese momento. Mientras que el resto de la banda demostró ser versátil y precisa en todo momento.

Los discos Use your Illusion representan un punto de cambio en el sonido de Guns N' Roses. A pesar de no abandonar sus tendencias hard rock de su primer álbum “Appetite for destruction”, Use Your Illusion demostró, por primera vez elementos de blues, música clásica y country. Con esta nueva propuesta los Guns N’ Roses registraron un par de épicas piezas del rock clásico, “Stranged” y “November Rain”. Se metieron de lleno en el blues de Led Zeppelin y Aerosmith en temas como “Bad Obsession”, mientras que mantuvieron intacto el rubro metalero que heredaron en los 80s en nuevos éxitos como “You Could Be Mine”. Este trabajo les provocó un éxito masivo que los llevó a recorrer el mundo en gigantescas giras, no obstante, los egos y problemas en la banda también se habían tornado gigantescos y poco a poco comenzarían a aparecer los primeros indicios del final de Guns N’ Roses.

Pero si bien el metal y el hard rock seguían devorando éxito en todas sus formas y colores, la influencia de géneros de los 70s y 80s como el punk, el harcore y la new wave influirían a una nueva camada de artistas que estaban en puertas de apoderarse del mundo, es más, aquel sería su año de mayor éxito, tal y como sucedió con el punk en 1977, solo que en esta ocasión la revolución sería un poco menos controversial y apta para todo público. Este fenómeno estaba liderado por Nirvana y Pearl Jam.

Ten.-

Lanzado el 27 de agosto de 1991 por la discográfica “Epic Records”, un año antes de que el bajista Jeff Ament y el guitarrista Stone Gossard reclutaron al vocalista Eddie Vedder, al guitarrista Mike McCready y al batería Dave Krusen para formar Pearl Jam. Ten demostraba ser un disco sólido y fuerte, con riffs demoledores heredados del mejor hard rock y una cantidad de letras terapéuticas que reflejaban el lado oscuro de su generación, abordando temas como el asesinato o el suicidio en el caso de “Jeremy”. Dentro de toda esta amargura Pearl Jam también facturó una de las más emotivas y poderosas baladas de la historia, “Black”. La banda también demostró ser una carga de energía en temas más optimistas como la balada “Alive” que prometía un panorama menos deprimente pero no menos realistas en todo aquel mundo globalizado y furioso de principios de los 90s.

La apariencia promovía un contraste con el glam rock que había ponderado la anterior década, promoviendo un look crudo y minimalista de camisas de franela y jeans rasgados, una mezcla entre punk rocker y vagabundo americano. Pese a todo, esta mezcla de emociones y posturas de rebeldía fue una mina de oro para MTV y las compañías disqueras pues Ten se convirtió en uno de los más vendidos de la década. Y si bien, al igual que Nirvana, Pearl jam contenía la potencia del punk y del hard rock, también poseían una sensibilidad artística de grandes letristas y compositores de la década del 60 como Bob Dylan y Pete Townshend, lo cuál les permitió apuntar a un publico que no solamente se limitaba al naciente estilo del grunge.

Nevermind.-

A pocos días para que este disco esté de cumpleaños y lo celebren con material de lujo e inédito, aún sigue siendo de lo más popular e histórico que haya producido el rock, tanto por méritos propios como su calidad así como por méritos ajenos como el momento y lugar en el que desembarcó con todo su potencial.

Nevermind es el segundo álbum de estudio de la banda, publicado el 24 de septiembre de 1991. Pese a las escasas esperanzas comerciales por parte de la banda y del sello discográfico, Nevermind se convirtió en un sorprendente éxito a finales de 1991, en gran parte debido a su primer sencillo, "Smells Like Teen Spirit". En enero de 1992 había desbancado al álbum de Michael Jackson Dangerous del número uno del Billboard. Era evidente, Nirvana era la nueva sensación en el mundo y Kurt Cobain se había convertido (voluntaria o involuntariamente) en el vocero y mártir de toda una generación.

Lamentablemente en el rock es muy común que la gente tienda a venerar a artistas o discos por motivos de nostalgia y por lo que todo eso pudo haber significado en su momento, y si bien existe una gran cantidad de gente que fue testigo del fenómeno de Nevermind y justamente eso influyó en que hoy consideren a este disco como lo máximo, es muy probable que sacándole su valor nostálgico sea un producto que dignamente puede ser apreciado por nuevas generaciones y mentes que pretenden evaluarlo sin apelar a sentimentalismos de “cuando éramos jóvenes”.

Se de gente que no fue adolescente o que directamente recién estaba naciendo durante aquella época, pero que sin embargo puede valorar las cualidades de Nevermind y tomarlo como lo que es, un gran disco de rock que supo traspasar sus fronteras de tiempo y espacio. Nevermind es algo así como el debut de los Ramones, pues tiene un encanto rústico y minimalista que en este caso afortunadamente está al menos, mejor producido y tiene un poco más de variedad, aunque es evidente que la furia e influencia punk es su mayor característica. Y si bien hubo una infinidad de bandas en los 80s con el estilo de Nirvana y que también tocaban punk, Nirvana contó con la ventaja de aparecer en el momento exacto y de tener a un brillante compositor que podía hacer de un clásico al tema más ruidoso.

Se podría decir que Cobain era un tipo que hacía punk, pero, que sin embargo podía componer melodías y darle un trato a su música con una calidad que solo poseían grandes leyendas del rock clásico. Hoy en día Nervermind sigue siendo una perfecta opción para una buena descarga de adrenalina, su dosis de rock duro y baladas grunge sigue siendo un escape frecuente para muchas almas y mentes jóvenes en todo el mundo.

Evidentemente los 90s tenían mucho para ofrecer y aquella promoción de hace 20 años fue una desiciva influencia para todo lo que vendría después y también fue la oportunidad para vislumbrar algunos eternos clásicos del rock que fui conociendo durante toda aquella década en la que fui acompañando durtante algunos de los más inolvidables momentos de mi infancia al son de Nothing Else Matters” o “Stranged”, temas que al transcurrir los años, cuál buen vino, suenan cada vez mejor.

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