domingo, 8 de mayo de 2011

A Veces No Es Suficiente


Una de las cosas que más me cuesta aprender es que nuestro esfuerzo no siempre basta para llegar hasta donde nos proponemos, puede que quizás sea la torpeza o confianza nuestra de creer que lograremos hacer algo a la perfección cuando al final encontramos que nuestro esfuerzo no resultó ser suficiente para lo que esperábamos, pasa, pasa muchísimas veces, pero aún así, en todas y cada una la derrota sabe igual de amarga.

En algunas circunstancias nuestro trabajo no resulta ser suficientemente bueno, sea culpa nuestra o no, a veces nos cuesta creer que no somos capaces para cierto trabajo o meta y torpemente no pensamos dos veces antes de asumir ciertas responsabilidades que honestamente, terminan quedándonos demasiado grandes, pero es frustrante saben… todo esto de alguna forma mella nuestro ego recordándonos lo poco preparados que estábamos realmente para “X” trabajo que se nos había asignado y que además tomamos con toda la confianza de que nos iba a salir a las mil maravillas.

Pero a veces este tipo de dificultades no son culpa nuestra, también dependen de las personas con las que trabajamos, claro que digo esto sin intentar justificar nuestros errores, pero acaso ¿no es verdad que la irresponsabilidad ajena es también "cómplice" para sabotear nuestro trabajo? No faltan las personas que nos avisan de algo a última hora, que olvidaron datos importantes o que simplemente se confiaron de no tomar las previsiones de tiempo e información necesarias.

A veces es difícil lograr que te perdonen las demás personas, pero… a veces resulta casi tan difícil el perdonarse a uno mismo por sus propias metidas de pata.

Pero es tan fácil culpar a los demás, y es también fácil culparnos a nosotros, lo que realmente no es fácil es aceptar que algo salió horrendamente mal en el trabajo y, sea la culpa de quién sea, este desastre nos hace quedar igual de mal a todos.

Lo peor es que en ocasiones realmente, pero realmente, queremos que las cosas salgan bien solo por la simple satisfacción de hacer algo bueno, más allá de trabajar en “X” temática por intereses materiales, hay ocasiones en las que nos importa un bledo realmente el dinero, las felicitaciones o los reconocimientos escritos, sola y únicamente queremos hacer las cosas bien y que con ese trabajo podamos beneficiar a alguna causa en común, pero no, a veces ni la buena voluntad por hacer las cosas bien es suficiente.

Pero si por cada impulso de “mandar todo al diablo” que se nos presentara en el afán de hacer un buen trabajo dejaríamos todo, realmente no avanzaríamos nada en la vida.

Pero bueno, así son las cosas, a veces necesitamos tropezar para darnos cuenta de que íbamos muy rápido o que simplemente no mirábamos un cuerno por donde andábamos.

Espero a la próxima ser "mejor" en las metas que me proponga, o en todo caso... "suficiente", cosa que a veces ya resulta ser muy complicada.

Cuantas veces nuestro esfuerzo no llega a satisfacer a los demás ni a nosotros mismos, no llegamos a ser ni el mejor empleado, ni el mejor hijo, ni el mejor amigo, ni el mejor profesional, ni el mejor artista, ni el mejor líder, y todo aquello que ambicionabamos ser para los demás y para nosotros mismos, pero es que a veces ni nuestro mejor esfuerzo y voluntad son suficiente.

Afortunadamente el gran Robert Smith entiende de esto y hasta escribió una canción al respecto, ahora que recuerdo... aquel día que me sucedió todo esto ví un flyer pegado en la pared con su foto, ¿habrá sido esta una advertencia suya? quizás indicándome un posible: "dude... it's never enough".


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