lunes, 3 de octubre de 2011

Preparado para el camino

“Listo, por fin me voy de acá”

“Menos mal que aproveché este último año para pasarla bien aquí o al menos intenté” “Después de todo, estas cosas solo pasan una vez en la vida”

“No obstante, de hoy en adelante me quito un peso de encima”

Así pensaba una versión más inocente e inmadura de mí, bah, sin embargo, mucho más madura y visionaria que muchos de los que se encontraban ahí aquel día, no obstante, no muy al tanto de muchas cosas importantes que estaba viviendo en ese momento y que hoy al mirar atrás si puedo reconocer.

Día de graduación en el cole, preparando el como sería mi nueva vida de libertad y organizando un par de fiestitas bien merecidas en mi casa, veo como la mayoría de mi Promo lloraba por la gran despedida y tener que desprenderse de sus amigos, no logro entender o sentir tal cosa, hasta que por alguno de esos rincones gente con la que pasé Atletismo o Deportes sale para darme un abrazo por mi graduación, además de escuchar las felicitaciones y barras de algunos amigos de varios cursos incluyendo a mi Promo, ahí recién entendí el “sentimiento”, aunque claro, no lloré, pues jamás en mi vida lloré en público, tal vez será una especie de machismo y vergüenza que llevo muy bien adentro y no se borra con nada, en fin, estaba muy emocionado.

Y si bien en aquel momento sabía que extrañaría ir al estadium a correr y hacer deportes (creo que la única materia que me gustaba de verdad en el cole), participar ocasionalmente de alguna travesura con los salvajes de mis compañeros, ir con mi guitarra a pasar música y creerme que de viejo sería un gran guitarrista, y sobre todo, escuchar los piropos de mis compañeras del cole (cosa que nunca volvería a sucederme en la vida, al menos no de ese modo…) Pese a todo, habían cosas que no extrañaría nunca, y que realmente a esa edad detestaba, la hipocresía de ciertos personajes que de boca para afuera eran lo máximo, los abusones neo nazis que jodían a todo el mundo por cualquier cosa, los favoritismos por tener “contactos” o “conocidos”, los rebaños de ovejas que solo querían y se morían por seguir al resto, los tarados superficiales que se creían mejor que los demás y evidentemente no lo eran, el egoísmo de algunos de no ayudarte ni en lo más fácil, etc.

Pero en ese momento no estaba consciente de una cosa realmente muy importante, que durante TODO EL RESTO de mi maldita vida iba a encontrarme con problemas y con gente así en todo lado, analizando las cosas de ese modo, aquel día debí correr a darle las gracias al más careta y al más hdp de mi promo por enseñarme a las malas como son ciertas personas en el mundo real y que gente así me voy a encontrar en todo lado cuando salga del colegio.

Luego con el pasar de los años me topé con docentes de la universidad realmente malvados que te aplazaban solo por no caerles bien, compañeros garcas que no te pasan ni el lapicero y hablan mal de vos por cualquier pavada, gente inescrupulosa que no tiene ni el menor reparo en estafarte y quedarse con tu dinero, amigos que te juran lealtad y un día de esos no te dan ni bola, vagos que son capaces de matarte solo por unos pesos, etc.

Pero así son las cosas, y de haber sabido esto un día de aquellos que me iba del cole hubiese estado un poco más agradecido de saber que, gente de mierda me voy a encontrar en todo lado, pues este mundo está lleno de abusos, rechazo, violencia, mentiras y envidias en todo lado, desde la universidad, el trabajo, hasta en la calle. La gente mala que encontré en el cole no era nada más que un preview y una probadita de lo que realmente me espera en la vida. Eso era solo el comienzo de un largo camino de buenas y malas experiencias en este mundo, un mundo que pese a toda su porquería, vale la pena conocer.


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