jueves, 5 de febrero de 2009

I Don't belong here in heaven..


Pese que este es un blog y por lo tanto todo su contenido es público, hoy quiero aprovechar este día para escribir algo muy personal, quizás sin explicarme o dar a entender lo que en realidad quiero decir, aunque de todos modos, aquel para quién escribo y dedico esta entrada, de ninguna forma va a leer o si quiera comprender como me siento el día de hoy.

Que corto es este tiempo que pasamos recorriendo estos caminos y sin embargo, que largos son los recuerdos que nos quedan para compartir al finalizar esta viaje, no pretendo llegar tan lejos como me lo proponga pero tampoco pienso rendirme y dejar a un lado aquellas metas que me impulsan a seguir este camino, este camino que muchas veces compartimos con seres que caminan acompañándonos pese a nuestros triunfos y fracasos.

Tu fidelidad y amor incondicional es un de esos raros hallazgos que en un ser humano serían imposibles, pues los seres humanos somos débiles, egoistas y constantemente estamos en una total contradicción, cambiando de pensamientos, de deseos o de objetivos, pero tu no, tu la tuviste clara desde un principio, siempre sabiendo lo que es realmente importante en este mundo, que todo el dinero y el éxito no se comparan al ver llegar a la persona que amas en las noches, sin pereza ni mal humor para ir a mover la cola y recibir a esa persona con la emoción y la alegría de no haberla visto en años.

Eras corto de estatura, pero tu grandeza supera a todas las falsas promesas de los seres humanos que pretenden ser verdaderas o grandes, pero cuyo único interés es pensar en ellos mismos, no hablabas, pero tu silencio era un signo de sabiduría que supiste mantener hasta el final, cuando a falta de palabras, solo un gesto o una mirada tuya decía muchas más verdades, que a veces en mis peores distracciones, pude ignorar.

El tiempo que compartiste a mi lado parece muy breve, pero mientras empiezo a recordar todas las bellas ocurrencias tuyas y las aventuras que compartimos, me doy cuenta que tengo material para recordarte por toda la eternidad. Espero que ahora descanses y te doy gracias por todas las risas, abrazos y tiempo a tu lado que hoy parece ser tan lejano. Disculpame por haberte hecho a un lado tantas veces y haber ignorado tus necesidades, pero estoy seguro que en tu sabiduría, sabrás comprender que al igual que muchos seres humanos, tengo la mala costumbre de abrir los ojos justo en los peores momentos, y en este momento que ya no estás aquí, me doy cuenta de cuán extraordinario fuiste y estoy seguro de que jamás voy a olvidarte. No se si existirá un cielo o un paraiso para nosotros, de ser así dudo que un ser humano tan cobarde e imperfecto como yo merezca ingresar a tal lugar, pero un ser tan incondicional y cariñoso como tu, definitivamente se ganó un lugar muy especial en aquel paraiso.

A tu salud, mi fiel y eterno amigo.

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