Termina aquel viaje, aquel viaje donde me encontraba rondando los jardines, callejones y veredas del paraíso, descubriendo fascinantes y extraños mundos que honestamente no pensé ver hasta que realmente estuve ahí, antes de aterrizar otra vez en el mundo real, arranco un gran pedazo de cielo para llevármelo de recuerdo, nuevamente piso tierra firme, en este frío mundo que ya me resultaba tan poco familiar.. Reconozco y se, que no fui mucho más que otro pasajero en aquel cielo suyo, aún así, observando al mundo desde tan arriba, uno se siente tan grande, tan poderoso, en realidad.. uno siente que vuela..
Terminó el viaje, me encuentro nuevamente conmigo mismo, aquel viejo y tímido amigo, que se cree saber todo de la vida pero aún tiene el corazón de un niño, recorro mi habitación, la veo tan perfecta, tan única, y tan... a mi modo, dice tanto de mi, que ni yo podría mencionar o recordar todo lo que está ahí, objetos inútiles pero que a modo de detalle, cada uno tiene su valor, comenzando por mi cama, donde siempre puedo recostarme y caer rendido después de un laargo viaje o después de un día muy agitado que parecería nunca tener fin..
Observo mis discos, con sus extrañas cubiertas que repasé con la mirada una y otra vez por muchos años, portadas como la de un Zeppelin colapsando en un desierto o la de cuatro melenudos cruzando una calle, discos y canciones con los que crecí y muchas veces fueron una gran compañía, en largas y solitarias tardes mientras la lluvia caía sobre mi ventana y no podía sacar de mi mente a alguna muchacha de la que estaba muy enamorado, o en noches de desvelo donde parecía que con un buen trago y mis discos de música no necesitaba nada más en el mundo, veo también aquellas fotografías sobre el escritorio y la repisa, aquellas fotografías donde observo rostros, miradas y gestos que capturan un instante y un lugar que ahora parece tan lejano, tan perdido y tan remoto.. Pero que en la fotografía se ve tan vivo, tanto que puedo sentirlo y hasta respirar el mismo aire...
Levanto la mirada y veo varias revistas, entre ellas algunos viejos números de la Rolling Stone, por ahí se asoma la cara de Luca Prodan y recuerdo cuanto me costó conseguir ese número y lo bien que me sentí aquel día, pesé a que tuve que regresar a pie a mi casa por que me quedé sin un peso, más arriba, en lo alto de un mueble, con algo de polvo y algo olvidados se encuentran algunos peluches adornando el lugar, uno tiene cara de estar dormido en un profundo sueño, y con el gorrito de fiesta encima parece estar descansando de alguna borrachera, y a su lado se encuentra una ardilla, epa! Este muchacho si luce sonriente, algo divertido y con su pinta de aviador se ve de lo más sofisticado…
¿Cómo es posible que un pedazo de plástico y algodón tenga tanto valor para un hombre que está a puertas de cumplir los 24 años? Por que aún recuerdo aquel día en el que me lo regalaron y a aquel dulce abrazo que acompañó el presente, aquella pequeña joya que hoy yace sobre mis vinilos de Iron Maiden y Led Zeppelin, aquel divertido rostro que encierra una historia, un lugar y un motivo, el sentimiento es intenso, me tomo un Fernet mientras observo el escritorio, encuentro ahí en medio de tantos libros olvidados, algunos álbumes de fotografías, en viajes, graduaciones, cumpleaños, con amigos que, a la mayoría de ellos, ya ni veo.. Aunque se que desde luego, algún día de estos por azares del destino me los cruzaré en la calle, así es, estoy seguro de ello… parecen tan lejanos, aquellos viajes que realicé en esta vida con cada uno de ellos, viajes que ya terminaron, viajes donde descubrí nuevos mundos, nuevas sensaciones, nuevos horizontes...
Hasta hace poco, terminé uno de los viajes más importantes de mi vida, un viaje donde recorrí mundos maravillosos de la mano de una increíble persona, un viaje donde presencié los más sublimes y desconocidos mundos, las más bellas y extraordinarias sensaciones, a pesar de eso, por cuestiones mias, suyas, o quizás nuestras, lamentablemente, este, como todo viaje, debió terminar, toda nave algún día tiene que aterrizar, bajar de las nubes y deslizarse en la tierra, para llevarnos, a otra terminal, a otro puerto, a otro sitio, donde muchas veces, agotados, abrimos la puerta, y nuestros seres queridos nos observan y aguardan pensando ¡cuánto has cambiado!, Pese a todo.. ¡Que bueno tenerte acá! Mientras sonreímos con una valija que arrastramos, llena de recuerdos, momentos, lugares, besos, abrazos, experiencias e imágenes inolvidables… un equipaje lleno de tesoros, viaje que me hubiese gustado compartir un par de días más, unos meses más, unos segundos más junto a ella… descubriendo su mundo, sus colores, sus paisajes, y explorando todos sus secretos.. pero que lamentable, eso no se pudo..
A veces observo en los aeropuertos, en la terminal, como la gente se despide, con abrazos, llantos, besos, para emprender un nuevo viaje, una nueva vida, a veces dándonos el lujo de ver por la ventanilla a aquella persona tan, tan especial alejándose, capturando para siempre aquel beso, aquel adiós, en aquella vieja y tumultuosa estación de trenes, donde nuestro viaje ha finalizado, pero sin dudas, otro viaje empieza, y mientras esas luces de la carretera pasan velozmente, y lo árboles se alejan en el paisaje, no puedo evitar mirar al cielo, y encontrar bajo las estrellas aquella mirada tuya, observándome desde el cielo, con tu vieja y siempre conmovedora, mirada de cachorra, se que ahora definitivamente eres parte de todo, gracias por compartir tu camino con el mío, estoy seguro que, mientras descanse en alguna carretera, me enamoraré de alguna muchacha que me recuerde a tus enormes ojos y dulce mirada, tu hermoso pelo negro, tus rojos labios y esa sonrisa tan dulce, que te arrancaban aquellos preciosos y tiernos hoyuelos que se formaban sobre tus labios.. Ahora me encuentro recorriendo otro viaje, esta vez solo, lleno de historias y desafíos, superando grandes obstáculos, listo para encontrar, más historias y momentos regados en el camino, después de todo, aún hay mucho más espacio en mi maleta, pero ten por seguro, que entre mis más valiosos recuerdos, hay muchas historias sobre ti…
Será por todo lo que fuimos..
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